Mujeres de la tierra

Quien pierde la memoria de su raíz pierde su eje y con él la capacidad de ser protagonista de su vida. Durante miles de años las mujeres hemos vivido bajo la misma mano patriarcal que ha escrito la historia y los mandamientos cotidianos. Atrapadas en la celosía de la familia, la sociedad o el credo, las mujeres perdimos la autoestima y el poder para decidir sobre nuestra vida o el mundo que nos rodea; hasta llegar a considerarnos a nosotras mismas ciudadanas de segunda. Sin embargo, la vida ha dependido de nosotras siempre. Nosotras somos las madres, cuidamos los hogares, y desde que nuestra especie dejó de ser nómada cuidamos las semillas de nuestros cultivos para perpetuar la vida. Por eso para muchas culturas la mujer es la tierra.En un tiempo donde el maltrato a las mujeres demuestra la necesidad de recuperar la memoria de nuestro valor, en un momento en el que la relación de la humanidad con la naturaleza se hace insostenible, en un instante en el que la crisis exige replantearse la relación con el mundo donde vivimos y con nosotros mismos, ha llegado la hora de la mujer, de recuperar nuestra memoria para recuperar la memoria del planeta en el que vivimos.

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